En 2024, los resultados de la influyente Ley Agrícola de 2018 siguen afectando las políticas agrícolas de EE. UU., enfocándose en el cáñamo con el Senador Mitch McConnell a la cabeza. La ley no solo extiende políticas agrícolas y nutricionales cruciales, sino que también cambia cómo vemos el cáñamo, que tradicionalmente estaba vinculado a la marihuana. El cáñamo es distinto porque tiene un bajo contenido de THC, no superando el 0.3%. La Ley Agrícola trae cambios importantes, facilitando el cultivo de cáñamo, el comercio de productos de cáñamo entre estados y tratándolo como un cultivo convencional.
A pesar de lo que algunos puedan pensar, la Ley Agrícola tiene reglas estrictas sobre la producción de cáñamo para mantener los niveles de THC bajo control. Los estados que regulan el cáñamo necesitan trabajar con el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), gobernadores y la policía para supervisar el cultivo de cáñamo.
La Ley Agrícola también apoya la investigación continua sobre el cáñamo, proporcionando protecciones para los agricultores similares a las de otros cultivos bajo la Ley Federal de Seguros de Cultivos. Esto es vital debido a desafíos como las pérdidas de cultivos por cambios climáticos y la curva de aprendizaje en el cultivo de un producto relativamente nuevo.
En cuanto al CBD, la Ley Agrícola elimina los productos derivados del cáñamo del estatus de Lista I, aunque no legaliza universalmente el CBD. Solo el CBD derivado del cáñamo que cumple con las reglas federales y estatales y cultivado por agricultores licenciados se considera legal. Esto mantiene el conflicto entre las leyes estatales y federales sobre cannabis, dejando los programas de cannabis aprobados por el estado sin afectar.
A pesar de su impacto, es crucial señalar que el Senador McConnell, una figura clave en el avance de las disposiciones sobre el cáñamo, sigue en contra de una reforma más amplia de la marihuana. Mientras que es un paso significativo para el cáñamo, la Ley Agrícola mantiene abierta la puerta para futuros cambios en el cannabis, posiblemente influenciados por una mayoría liderada por los demócratas en la Cámara y los cambios sociales.
En 2024, los desarrollos en el Congreso sugieren posibles retrasos para la anticipada Ley Agrícola de 2023, aumentando la incertidumbre para el sector del cáñamo en EE. UU. El Senador republicano John Boozman ha insinuado desafíos legislativos, posiblemente empujando las discusiones sobre la Ley Agrícola hasta el año siguiente. Esto ha preocupado a los interesados en la industria del cáñamo, especialmente aquellos que tratan con productos derivados del cáñamo.
La posibilidad de una extensión de un año en la Ley Agrícola, similar a la de 2013, emerge como una solución provisional potencial. Sin embargo, esto podría retrasar las regulaciones y estándares actualizados para la industria del cáñamo. Los lobistas del cáñamo enfatizan la necesidad de estándares claros de seguridad y pruebas en la nueva Ley Agrícola.
La legalización de la producción de cáñamo en la Ley Agrícola de 2018 llevó a un crecimiento sustancial de la industria, impulsado inicialmente por el CBD y luego por la exploración de otros productos derivados del cáñamo. Sin embargo, las controversias en torno a estos productos han generado llamados a medidas de seguridad estandarizadas.
Navegando este entorno dinámico, la industria del cáñamo enfrenta desafíos, con preocupaciones sobre ventas en línea no reguladas, verificación de edad y controles de calidad para alternativas derivadas del cáñamo. Algunos estados han respondido con restricciones o prohibiciones, llevando a batallas legales entre fabricantes de productos y regulaciones estatales.
La trayectoria de la Ley Agrícola de 2023 sigue siendo incierta, obligando a los interesados en la industria del cáñamo a navegar regulaciones en evolución, disputas legales y la búsqueda de medidas de seguridad estandarizadas. El impacto duradero de la Ley Agrícola de 2018 continúa moldeando discusiones dentro del sector del cáñamo, enfatizando la necesidad de mayor claridad legislativa en 2024.
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